¿Sabes? La vida me sonreía, poco a poco parecía que el enorme vacío que sentía al pensar en ti desaparecía, apenas notaba tu presencia en mis días.
Devolvieron la ilusión a mis horas y cada mañana era capaz de pintar en mi cara una bonita sonrisa después de todo este tiempo, pero solo han bastado un par de palabras tuyas para volver a poner mi mundo patas arriba.
A veces creo que recordar te mata, tanto como a mí y que mientes diciendo frases hechas, para ocultar todo aquello que sientes y piensas, intentando conseguir con ello engañarte y hacerme ver, que todo te da igual.
Duele, pero más duele un presente con esta ausencia mutua.