Entre sonrisas y ganas de comerse el mundo

Quizás no es lo más bonito que haya escrito nunca o simplemente pocas personas sean capaces de darle sentido e importancia a mis humildes palabras que aquí expreso, pero bien es cierto que cuando vives intensos instantes, marcan como si de un doblez a pie de página en un libro se tratase, un antes y un después de tu pequeña historia.

Siete personas con un mismo destino, 

Peñiscola.

Hoy se cumple una semana de la vuelta, la verdad es que me encantaría poder volver.

Ellos, en apenas siete días me hicieron vivir millones de momentos,  a su lado experimente miles de sensaciones y dejaron en mi una huella que difícilmente se podrá borrar.

Un grupo bastante peculiar, del cual mi conocimiento sobre cada uno de ellos era bastante alto, pero entre sí, a penas eran unos desconocidos.

Ellos, se conocieron y la confianza poco a poco se afianzó y yo, comprendí el porque son a día de hoy esas seis personas, tan importantes para mi, con sus pequeños defectos y manías pero también con sus grandes virtudes.

Frases célebres como " No te rayes", canciones bastantes peculiares, como las de Pavarotti a la hora de comer,conversaciones en el baño, discusiones sobre como preparar macarrones, partidas de poker a todas horas, cápsulas de ibuprofeno que generaban hiperactividad, baños de madrugada, litros y litros de coca cola, largas conversaciones nocturnas, una terraza que compartió con nosotros miles de vivencias, una cachimba tras otra, cocinar con bikini y delantal,bailes y continuas ganas de desfasar, palomitas a las 7 de la mañana, largos paseos en busca de fiesta, mirar las estrellas tumbados en una toalla y muchas cosas más construyeron miles de anécdotas y generarán siempre una sonrisa en cada uno de nosotros. 

Desde este pequeño rincón de mis pensamientos y recuerdos me gustaría daros las gracias, gracias por haberme hecho vivir y disfrutar de los minutos al máximo.